martes, 26 de mayo de 2009

Valparaíso

El viernes 22 de Mayo nos fuimos a Vaparaíso a pasear por el día. Hacía tiempo que teníamos ganas de ir (en realidad más yo que él), así que después de sacarme casi medio litro de sangre para los millones de exámenes que me pidió mi ginecólogo (y estar al borde del desmayo con el ayuno de 3 horas), partimos rumbo al puerto con Turistel en mano.

Viajar con el Pato me fascina. Prudente para manejar, escuchando buena música, riéndonos, haciendo planes, leyendo el diario en voz alta, picoteando agüita mineral y mandarinas. Llegamos tipo 12:30 y claramente la idea era almorzar mariscos y pasear por los cerros sacando fotos.

Subimos en ascensor al Cerro Concepción. Harto turista, harto grupo, harta gente. El día estaba bello, con esa humedad deliciosa de las ciudades al lado del mar y una hermosa vista. Todo bien hasta que me atacó el hambre.

Bajamos caminando, porque según datos de un lugareño, debíamos almorzar cerca del mercado. Yo, que me sentía en ayuno nuevamente, quería poco menos que ahorcar al Pato que no le "tincaba" ningún restaurant. "No es lo que ando buscando" decía. Según él, quería encontrar una picada en la que había comido hacía casi 10 años, cuando estaba haciendo el MBA.

¿Y me podrán creer que la encontramos? Así es el Pato. Suertudo. En estacionamientos llenos, encuentra un espacio justo al lado de la entrada. Increíble.


El restaurant se llamaba "Los Porteños" y estaba a la vuelta del mercado. Entramos y al sentarnos llegó el garzón con un dedal de pisco sour y una panera con pan y pebre a tomar el pedido.

Comimos:
1 empanada de mariscos
1 empanada de jaibas con queso
1 pastel de jaibas (la guagua)
1 congrio frito con puré (Pato)
1 congrio a la plancha con ensalada (yo)
1 pisco sour
1 botella de vino de 500 cc
1 bilz (la guagua)

Era harto. Demasiado. Especialmente que yo sólo me comí dos mordidas de las empanadas (el resto se lo comió el Pato) y dejamos la mitad del pastel de jaibas.

Las empanadas estaban ricas de sabor, pero llegaron estilando aceite. Al pastel de jaiba de faltaba algo. No sé, más sabor. El pescado estaba delicioso, tanto frito como a la plancha. La ensalada también estaba rica igual que el puré.

El local, claramente una picada, era limpio, con baños impecables, atención rápida y platos abundantes. La cocina está al otro lado de un vidrio y se puede ver todo lo que sucede adentro. Cuando estábamos terminando de comer, vimos una tremenda fila de gente esperando entrar, así que fuimos afortunados de encontrar mesa para dos cuando llegamos.
La cuenta salió $17.000. Baratísimo.

Después del almuerzo, nos fuimos a caminar por el Cerro Alegre, que me dejó impresionada con la belleza de sus calles, especialmente Lautaro Rozas. Tiendas de diseño independiente de ropa, mucho café vintage decorados de manera exquisita, salas de exposición, murales y hoteles Bed & Breakfast. Los cafés ofrecían almuerzos por $6.000 que se veían exquisitos, con una carta pequeña y sin pretenciones.

Un lindo panorama para ir a pololear y recorrer en familia.

martes, 12 de mayo de 2009

Machas a la parmesana.

Hace un par de fines de semana vinieron mi querida amiga Monka y su marido Daniel a Santiago. Para celebrar que estaban acá, fuimos a comprar marsicos al terminal pesquero. Los precios parecen casi una ridiculez. Compramos 3 kilos de machas, 1 pulpo, 1 kilo de choritos, 1 1/2 kilo de gambas por $13.000. Qué onda lo barato.

Caminar por los pasillos del terminal fue una verdadera tortura. Mis antojos se han reducido a ensaladas, limonadas, membrillos con sal y culaquier cosa ácida y salada. Bien por una parte porque me encantan las verduras, pero todo mal con los mariscos y pescados crudos. Chao cebiche, chao mariscal.

La lista de alimentos prohibidos por mi doctor son: mariscos, carnes y pescados crudos, quesos "blandos" léase brie, camembert, azul; embutidos. Agreguemos a eso, los que me he prohibido yo con el fin de no subir mucho de peso: azúcar, grasa, quesos amarillos, frituras y reducir la ingesta de carbohidratos. Eso me deja un abanico de alimentos bien cerrado. Afortunadamente, me he puesto bien matea con la dieta y si bien no le hago mucho empeño a los régimenes hipocalóricos para bajar de peso (no soy para nada el tipo de mujeres obsesionadas con los kilos), si el saber que algunos alimentos le pueden hacer mal a la guagua me motiva bastante a cerrar la boca.

En fin. Además de las gambas al ajillo que cocinó el Pato el fin de semana, preparó sus clásicas machas a la parmesana que me vuelven loca. Por este tiempo "mis antojos son órdenes". Lindo él.

Ingredientes:

- 3 kilos de machas (para 6 personas)
- 1 tarro de crema espesa
- 3/4 taza de vino blanco
- 1/2 taza de jugo de limón
- 2 tazas de queso parmesano rallado
- Sal, pimienta

Se sacan las machas de su concha y se lavan las lenguas cuidadosamente (para sacarles la arena). Se ponen en una fuente para el horno (greda idealmente, si no pyrex).

Se le agrega la crema, el jugo de limón, el vino (nosotros ocupamos una botellita de esas mini de 200 cc) la sal y el jugo de limón. Se mezclan todos los ingredientes. Al final, se le echa el queso parmesano.

Se mete en el horno hasta que el queso esté gratinado. También se puede repartir en porciones individuales y luego hornear.

¡No existe nada mejor que los mariscos!

jueves, 7 de mayo de 2009

¡Estamos embarazados!

Lo siento. Esta entrada no es de comida, aunque esté en mi guata.

Hace 1 semana nos enteramos que estábamos esperando guagua y hoy fuimos a hacernos la primera eco. Ya no puedo más de feliz. Tengo 7 semanas de embarazo y fecha de parto el 23 de diciembre. Ultra emocionada. Pero ULTRA.

Mi hija mayor tiene 17 años y esto es como ser mamá primeriza.

Estoy bien matea con la dieta para no subir tanto, así que espero no ponerme fome con la comida. Todo un desafío para mi Pato que tendrá que alimentarnos y cranearse cómo hacerme picoteos entretenidos, bajos en sodio y grasa. Porque si me preguntan, muero por un plato de arrollado huaso con puré picante.

La foto tiene un fin más simbólico que ilustrativo, pues se darán cuenta que se ve prácticamente nada.